Según establece el parlamento Europeo el transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la UE, de las cuales el 72% proviene del transporte por carretera. Los coches son el principal contaminante, con un 60,7% del total de las emisiones de la circulación en carretera de Europa. Sin embargo, y según recalcó en uno de sus últimos informes la agencia Europea de Medio Ambiente ningún vehículo iba a ser nunca 100% limpio, pero se recomendaba que a la hora de utilizar un vehículo, era preferible escoger antes un coche eléctrico que de combustible, ya que el impacto sobre el medioambiente era mucho menor.
Las diferencias que existen principalmente entre ambos se dan en torno al motor, los frenos, y el ruido. El motores de un coche eléctrico es más eficiente que el de combustión, y esto permite que se emplee menos energía para mover el vehículo. Es una cadena, ya que la disminución en el uso de la energía, hace que no emitan contaminantes como óxidos de nitrógeno o partículas en suspensión a través del tubo de escape. Por otro lado, en torno a los frenos y el desgaste de los neumáticos también los eléctricos emiten menos partículas y finalmente en relación al ruido, no existe contaminación acústica.
Sin embargo, y como comentábamos anteriormente, esto no implica que un coche eléctrico no consuman nada. Si bien es cierto, que los eléctricos en su uso no contaminan, sin embargo, la electricidad empleada para su movilidad y por tanto su carga, sí. La utilización de este medio de transporte contribuye a disminuir los niveles y las emisiones de CO2, pero los procesos de fabricación emiten toneladas de CO2. Además, la carga de los mismos hace que incremente la contaminación eléctrica debido a la carga de carbón. A pesar de todo esto, compensa más utilizar este tipo de vehículos porque, en comparación, el impacto al medioambiente es menor.
El pasado 20 de mayo en la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética se estableció que, a partir de 2040 no se podrán vender turismos que emitan dióxido de carbono en España y se prohibirá su circulación para 2050. El objetivo fundamental de esta nueva ley es mejorar el aire de nuestras ciudades, e impulsar la implantación de este nuevo vehículo.
En la práctica, y con la tecnología actual, esta es la sentencia de muerte para los coches de combustión que recoge la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. La norma incluye medidas para mejorar la calidad del aire de las ciudades e impulsar la implantación de este nuevo vehículo.
¿Sabías todo lo que contamina tu vehículo? Te leemos, déjanos un comentario.