La carrera de las grandes compañías por crear la mejor batería para los coches eléctricos es imparable. Todos compiten por conseguir la batería con más autonomía y con menor tiempo de carga.
Uno de los mayores fabricantes mundiales de baterías de coches eléctricos ha presentado en el salón del automóvil de Detroit una de sus nuevas baterías.
Estas baterías funcionan a partir de bolas de grafeno y de electrolitos sólidos. Las baterías de electrolito sólido podrían dar un rendimiento en un futuro no muy lejano similar al que dan los coches de combustión en cuanto a autonomía se refiere.
Características
Las baterías de grafeno y electrolito sólido tendrán una autonomía aproximada de unos 600km con una recarga de tan solo 20 minutos, lo que supera con creces el rendimiento de cualquiera de las baterías de coches eléctricos que hay en el mercado.
Otra de las principales características de estas nuevas baterías es que su tamaño es mucho más reducido que las que existen actualmente. Al reducir el tamaño, también se reduce el peso y por lo tanto, aumenta aún más la autonomía de la misma. Pueden llegar a ser hasta un 50% más pequeñas que las baterías actuales.
La vida útil de estas baterías también superaría con creces la de las actuales, ya que se calcula que después de más de 300.000km, la batería solo perdería entre unos 20 y 30 kilómetros de autonomía, cosa impensable hoy en día.
Tendrán un coste de producción más bajo que el de las baterías eléctricas actuales ya que se prescindirá de elementos muy costosos como puede ser el cobalto.
Estas baterías podrán adquirirse por módulos, podrán montarse tantos módulos como el cliente quiera, a más módulos, mayor autonomía. Si por ejemplo, queremos una potencia de 60 Kw/h, colocaremos tantos módulos como sea necesario para llegar a esa potencia eléctrica.
Este tipo de batería están en fase experimental y de creación actualmente, por lo que pueden tardar varios años en llegar al mercado de los automóviles.
Estandarización de las baterías
Estas baterías también pueden marcar un punto de inflexión en cuanto a la estandarización en la fabricación de las baterías. Lo que haría muchos más sencillo el reciclaje de las mismas.
Actualmente, la falta de estandarización hace que cada fabricante haga las baterías de los coches eléctricos de una forma distinta. Por lo que en las plantas de reciclaje es casi imposible reciclar los residuos de pilas y acumuladores (RPA) de las distintas marcas del mercado.