Tanto las pilas como las baterías mal desechadas suponen un grave un peligro para nuestra salud y para el medioambiente. Las baterías tienen compuestos químicos sumamente dañinos y peligrosos, por eso es importante saber reciclarlas y usarlas correctamente.
Recordemos que, sean pilas de uso diario o baterías de uso industrial o vehicular, ninguna batería debe ser arrojadas a la basura común, sino a un punto limpio para que le den un tratamiento correcto para ese tipo de residuos tan contaminantes y nocivos.
Para que nos hagamos una idea, una simple pila de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua, mientras que las pilas o baterías alcalinas contaminan casi el doble. Con contaminación, nos referimos tanto a riesgos ambientales como mortales, para quienes tengan contacto con el agua.
Pero ¿cuáles son esos efectos adversos en nuestro organismo?
Podemos clasificarlos según el tipo de elementos que la compongan. Aquí te presentamos una lista con los más comunes en pilas y baterías:
Mercurio: es un elemento cancerígeno. La alta exposición al mercurio puede dañar el organismo, siendo tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos.
Plomo: es un elemento que no se degrada con facilidad y que genera sedimentos. Puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo.
Litio: es un elemento tóxico y se expande muy rápidamente al entrar en contacto con el agua; por lo que es un riesgo en acueductos y vertederos. Su contacto puede producir irritaciones y quemaduras en la piel, y respirarlo puede irritar pulmones y garganta.
Cadmio: es una sustancia cancerígena. Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio es sumamente peligroso. Además, en dosis altas puede producir la muerte.
Níquel: se libera a la atmósfera por la incineración de basura. Respirar aire contaminado con níquel es peligroso para nuestros pulmones, además de ser un posible cancerígeno humano.
Es fundamental que tengamos presente que tanto las pilas como las baterías están compuestas por elementos complejos que suponen un riesgo para la sociedad y el medioambiente, y que está en nuestras manos el buen eso de ellas.
Desde ‘Recicla tus Pilas Andalucía’, impulsado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) con el apoyo de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) que operan en la comunidad autónoma, ECOLEC, ECOPILAS y ERP, apostamos por la concienciación para avanzar en la recogida selectiva y reciclaje de pilas y acumuladores portátiles. Pues es nuestra responsabilidad proteger el medioambiente y cuidar nuestra salud.