Hoy en día la electricidad forma parte indispensable de nuestra vida. Son muchas las actividades que realizamos en nuestro día a día que dependen directamente de la energía eléctrica, especialmente las que llevamos a cabo en nuestros hogares: poner una lavadora, calentar la comida, asearnos, etc. Por lo que hablar de acumuladores de energía en los hogares es una realidad cada día más accesible para todos.
De este modo, el consumo responsable de energía es fundamental no sólo para mejorar nuestra calidad de vida, sino para contribuir a conservar el medioambiente y el desarrollo sostenible a través del ahorro energético.
En este sentido, son cada vez más numerosas las opciones que impulsan un modelo de consumo energético más económico, sostenible y ecológico. Entre ellas, destacan los acumuladores de energía, un complemento adicional en el auto consumo eléctrico, que permiten hacer un uso más eficiente de la propia energía. Por ello, es fundamental que conozcamos cómo funcionan los acumuladores de energía.
Acumuladores de energía en nuestros hogares
Los acumuladores de energía son dispositivos que permiten almacenar en su interior el excedente de energía o electricidad para su posterior consumo. El mecanismo de este tipo de instrumento es similar al de una batería o una pila, y su misión principal es hacer que otros funcionen gracias a la energía almacenada.
En las viviendas, los usos y tipos de acumuladores de energía son muy diversos, entre ellos destacan especialmente los fotovoltaicos. El funcionamiento de este tipo de acumuladores se basa en la recogida de energía procedente de los rayos del sol a través de sus paneles, almacenándose posteriormente en los depósitos dispuestos para ello.
¿Cómo funcionan los acumuladores fotovoltaicos?
El sistema de un acumulador fotovoltaico se basa en un panel solar conectado a un controlador, a su vez conectado a una batería o bancos de baterías donde se almacena la energía recibida. Llegado el momento en que requiramos de ella, se activa, y la corriente de la batería pasa por un pequeño convertidor que la transforma en corriente continua, pasando a suministrar las tomas de corrientes convenientes.
¿Qué beneficios tienen?
El uso de acumuladores de energía en los hogares optimizan el uso de la electricidad, fomentando en este sentido el denominado autoconsumo, es decir, la capacidad de las viviendas de producir su propia energía. De este modo, se garantiza no solo un ahorro económico, sino que además se reducen considerablemente las emisiones de efecto invernadero, produciéndose una energía más limpia y ecológica.