Seguro que alguna vez has leído una noticia sobre un dispositivo que explotaba mientras se cargaba por la noche. Pero, ¿te has parado a pensar cuál es su peligro real en nuestro día a día? En un mundo donde la tecnología forma parte de nuestro vida y donde dependemos de nuestros dispositivos para casi todo, desde mantenernos conectados hasta informarnos, es primordial entender los riesgos que conllevan. ¿Son realmente tan peligrosos? ¿Qué podemos hacer para evitar estos incidentes?
Si todavía no conoces el término de sobrecarga eléctrica, ten presente que esta tiene lugar cuando consumimos demasiada electricidad, lo cual hace que la corriente sea mayor de lo que puede soportar el dispositivo o el circuito. Esto puede provocar que salten los fusibles y que se interrumpa la corriente, usualmente sin mayores inconvenientes, pero en ciertas ocasiones generando graves percances.
El riesgo real de una descarga eléctrica
Aunque es poco habitual, gracias a sus sistemas de seguridad (que reducen el riesgo de sobrecarga y combustión), los dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles pueden incendiarse o explotar con el uso de baterías defectuosas, cargadores no originales o problemas de fabricación.
Dispositivos de riesgos
Los teléfonos móviles son los dispositivos que más se suelen sobrecargar eléctricamente debido a su uso constante y la demanda intensa que generan. Estos se cargan con frecuencia a lo largo del día para mantener el desempeño de todas sus funciones. Este uso intensivo hace que las baterías estén en constante ciclo de carga y descarga, lo que puede acelerar su desgaste y la sobrecarga eléctrica.
Por otro lado, la carga rápida, aunque ahorra algo de tiempo, tiende a generar más calor en muchos teléfonos modernos. Además, su diseño compacto limita la capacidad para disipar correctamente el calor. Finalmente, la combinación de uso intensivo, la carga rápida y una gestión térmica limitada, conlleva que los teléfonos móviles sean particularmente propensos a presentar problemas de batería y sobrecarga eléctrica.
Igualmente, es importante tener en cuenta otros dispositivos que también tienen tendencia a la sobrecarga, para así prevenir daños y estar alerta a señales de mal funcionamiento. Entre los más comunes encontramos:
- Regletas: especialmente si no son de buena calidad, tienen límites tanto de potencia como de voltaje. Si se exceden estos límites, el aparato puede llegar a derretirse. Sin embargo, lo más habitual es que los fusibles se activen y eviten un incidente mayor.
- Consolas de videojuegos: su uso intensivo durante largas sesiones de juego demanda gran poder de procesamiento y gráficos. Además, el diseño compacto de las consolas limita el flujo de aire y la capacidad de disipar calor. La acumulación de polvo en los ventiladores y sistemas de enfriamiento también puede agravar el problema.
- Cargadores: usarlos cuando no sean originales o compatibles puede ser arriesgado, pues pueden sobrecargar las baterías de los dispositivos, y provocar un sobrecalentamiento e incluso una explosión. Es fundamental conocer el límite de potencia de nuestro dispositivo y evitar conectarlo a un cargador que supere su capacidad, incluso si tiene el mismo conector.
- Baterías defectuosas: actualmente muchos dispositivos funcionan con baterías que recargamos por la noche, aprovechando que la luz es más barata. Auriculares, portátiles, patinetes, motos y bicicletas eléctricas… cualquier problema de fabricación puede llevar a una sobrecarga.
Consejos para proteger dispositivos de una descarga eléctrica
Es vital que tomemos medidas preventivas para protegernos y garantizar que nuestros dispositivos funcionen de manera segura. Por eso, hoy te ofrecemos algunos consejos para evitar riesgos de explosión y sobrecarga:
- Vigilar el calor: comprueba la temperatura del dispositivo y desconéctalo si está demasiado caliente, siempre te ahorrará muchos problemas.
- Usar cargadores originales: es recomendable que uses cargadores y accesorios del fabricante para mayor seguridad.
- Reemplazar baterías defectuosas: si la batería se descarga rápidamente o se sobrecalienta con frecuencia lo mejor es sustituirla.
- Actualizar los sistemas operativos: esto nos permite instalar las actualizaciones del fabricante que corrigen errores y mejoran la seguridad del dispositivo.
- Desconectar cuando no sea necesario: no dejes los dispositivos conectados más tiempo del necesario. Además, cuida la salud de tu móvil, haciendo que su batería dure más.
En caso de incendio por sobrecarga de nuestro móvil u otro dispositivo, recuerda que el primer paso es desconectar la corriente, así se elimina la fuente de energía que provoca el incendio. Además, es importante no abrir puertas ni ventanas y no usar agua para extinguirlo. Si es demasiado intenso, cierra la puerta de la habitación y dirígete a la salida más alejada del fuego. Debemos ser conscientes de los peligros que nuestros dispositivos representan para nuestra seguridad y el medio ambiente. Por eso, recicla tus dispositivos y baterías de forma responsable, y no subestimes el poder de tus acciones: cada pequeño esfuerzo cuenta