La batería del coche es uno de los componentes más importantes del automóvil, gracias a ella funcionan todos los componentes eléctricos de nuestro coche. Por otro lado también es uno de los componentes que más suelen sufrir alguna avería. Uno de los problemas más comunes es que la batería se sulfate (se oxide), pero… ¿qué es en realidad la sulfatación que se produce en la batería?
En resumen, la sulfatación de la batería no es otra cosa sino la cristalización del sulfato de plomo de la batería. Al utilizar la batería, pequeños cristales de sulfato aparecen, el problema surge cuando se descarga la batería y tardamos bastante tiempo en cargarla. El sulfato de plomo se solidifica y toma la forma cristalina que finalmente vemos en las baterías. Estos cristales quedan impregnados en los bornes de la batería de forma permanente si no la volvemos a cargar al 100% en un periodo corto de tiempo.
¿Cómo podemos prevenir la sulfatación de las baterías?
El principal consejo que debemos seguir es realizar un mantenimiento periódico de la batería. Debemos mantener los niveles de agua siempre altos, ya que de esta forma las placas de la batería no empezarán a endurecerse. Por otro lado, como hemos comentado antes, siempre debemos tener los niveles de carga de nuestra batería altos. Esto significa que no es bueno que tengamos mucho tiempo seguido el coche parado, ya que empezarían a formarse los cristales en los bornes. También como forma de prevención es bueno cargar la batería con un cargador de flotación, ya que estos mantienen una carga constante en la batería y evita la cristalización.
¿Cómo podemos limpiar los bornes de las baterías una vez estos están oxidados?
Lo principal de todo es que tengamos el coche apagado, sin el contacto de la llave puesto. A continuación desatornillaremos la barra de metal que protege la batería y quitaremos primero el borne negativo y posteriormente el positivo, teniendo mucho cuidado de que no se rocen entre ellos.
Para quitar la sulfatación de los bornes necesitaremos un recipiente con agua con unas cucharas de bicarbonato sódico, el cual verteremos por los bornes y dejaremos unos segundos para que haga reacción. Posteriormente secaremos con un trapo el líquido y procederemos a frotar los bornes con un cepillo metálico y después con una lija. Finalmente, los expertos sobre el tema aconsejan echar una leve capa de grasa o vaselina en los bornes para que no vuelvan a sulfatarse.