La batería es el elemento de mayor importancia de todo coche eléctrico. Es la pieza clave que permite a estos vehículos tener la autonomía suficiente para, durante varios días, funcionar sin necesidad de recargarlo.
Sin embargo, ninguna batería dura para toda la vida. Las de ion-litio, las más comercializadas, tienen una vida útil de ocho a diez años. Aunque esto depende de factores como el uso del coche, el mantenimiento que reciba, y el modelo o marca a la que pertenezca. Tarde o temprano, en algún momento llegará la hora de tener que cambiarla y sustituirla por una nueva.
Ahora bien, ¿te has preguntado alguna vez qué sucede con estas baterías al dejar de ser funcionales? A pesar de reducirse su capacidad de carga, una batería retiene entre el 50 y el 70% de su capacidad inicial tras ser retirada de un coche. Por lo que puede ser perfectamente válida para otros empleos en lugar de convertirse en un residuo.
La segunda vida que puede llegar a tener la batería de un coche eléctrico pasa por tres alternativas: la rehabilitación, el reciclado y el reacondicionamiento. A continuación desde Recicla tus Pilas Andalucía vamos a explicarte en qué consiste cada una de estas opciones y todas las cosas para las que pueden servir.
- Rehabilitación
Como las celdas de una batería ya usada siguen siendo útiles para almacenar electricidad, pueden servir para optimizar los sistemas de producción en instalaciones de energía renovable.
Estas baterías pueden almacenar el sobrante de energía que producen unas placas fotovoltaicas o unas turbinas eólicas. Y luego, dar suministro a la red eléctrica de existir un aumento de la demanda. Este sistema también se ha empleado para cubrir las necesidades energéticas de un hogar particular, un bloque de edificios o dotar de iluminación a zonas públicas.
- Reciclado
Ya sabemos de las muchas posibilidades que ofrece el reciclado para las baterías de vehículos eléctricos. Un 90% de los materiales que componen una batería de ion-litio puede llegar a recuperarse y ser empleado en la fabricación de nuevos productos.
Además, el coste medioambiental y económico que supone la extracción o transporte de estas materias primas, metales valiosos como el cobalto, el níquel o el manganeso, se reduce de forma considerable, contribuyendo así a fomentar la sostenibilidad y el cuidado del planeta.
- Reacondicionado
Que, por desgaste, una batería no sirva para proporcionar energía a un coche no quiere decir que tampoco sea útil en otros vehículos de menor envergadura. Una posible segunda vida que se le puede dar a una batería usada es como fuente de alimentación para bicicletas y motocicletas eléctricas. Y es que estos medios de transporte requieren de menos potencia que la que necesita un turismo.
Estas baterías también pueden instalarse en cocinas móviles, de manera que no requieran generadores o estar conectadas a tomas de corriente para funcionar. Y también en furgones y camiones de refrigeración, para mantener la cadena de frío ininterrumpida sin depender de tener el motor en marcha.