La conciencia social por la sostenibilidad es un hecho cada vez más estandarizado. Por este motivo, se está produciendo una búsqueda de alternativas menos contaminantes de la mayoría de recursos que empleamos en nuestra vida diaria.
Un claro ejemplo de esta situación es la movilidad, la llegada de vehículos eléctricos, compartidos, transportes públicos que reducen sus emisiones etc. nos trasladan la importancia que se le está otorgando. Ante este panorama, un nuevo medio de transporte está ganando protagonismo en España, las bicicletas eléctricas, y es que en países como Alemania este modelo de viabilidad ya está muy extendido.
Desde que saliesen al mercado las bicicletas eléctricas, hemos podido ver una evolución en las baterías que portan. Las primeras eran Gel-Plomo o de AGM-Plomo, más tarde llegaron las de Níquel Metal Hidruro (Ni-MH) y de Níquel Cadmio (NiCd) y las más novedosas, o de tercera generación fueron, las de Litio. Estas últimas son las más utilizadas en la actualidad, también para otros aparatos como ordenadores o móviles, por sus numerosos beneficios.
En primer lugar destaca su baja tasa de autodescarga, siendo menos de un 6% al mes. Otros factores importantes es que cuentan con una larga vida útil, poco peso, descarga lineal o poco espesor.
¿Cómo es una batería de litio?
Aquellas que encontramos en nuestras bicicletas cuentan con celdas individuales interconectadas que generan la energía eléctrica. Estas celdas poseen un voltaje de 3,6V, por lo que para conseguir 36V, que es la tensión habitual de la mayoría de bicicletas actuales, se conectan diez celdas en serie. También debemos tener en cuenta que dichas celdas tienen una carga eléctrica de 2.500 mAh, por tanto si habíamos dicho que una bicicleta tiene 36V, obtendríamos 90Wh (36V x 2,5Ah).
Al margen de las celdas, en las baterías podemos encontrar LEDs para marcar el nivel de batería, la carcasa y un componente llamado BMS que realiza tareas de seguridad e integridad como evitar que algunas celdas se descarguen antes que otras.
¿Cuál es la vida útil de mi batería?
Esta se mide en ciclos, que es el tiempo que transcurre entre la descarga total y la carga posterior. En los modelos convencionales, su vida útil gira alrededor de los 600 ciclos, y en algunos casos puede llegar hasta los 1000 ciclos. Teniendo en cuenta que la degradación es natural, los fabricantes suelen dar una garantía de dos años, aunque en la mayoría de los casos su vida útil es mucho mayor.
Consejos de cuidado
Si deseas mantener un cuidado óptimo de la fuente de energía de tu bicicleta te recomendamos en primer lugar utilizar los cargadores oficiales facilitados por la marca de la misma. También debes tener en cuenta que las bajas temperaturas afectan al litio, apelmazando su estructura molecular y haciendo que puedas recorrer menos km. Recuerda también usar este transporte como complemento del pedaleo y no como una motocicleta.
Ahora que ya sabes todos los aspectos principales de las baterías, no debes olvidar la importancia de su correcto reciclaje. Los componentes de las mismas tienen un efecto muy negativo en el medio ambiente si no son depositadas en los espacios indicados.